martes, 28 de agosto de 2012

Laberinto estelar.

Respiro profundo y me siento en mi nave de agua.

Una especie de cápsula del tiempo, que esta hecha
de un liquido que aun no se que es
y te lleva a lugares reales tanto en el futuro como
en el pasado, en donde el presente esta estático.

De repente aparezco en un aeropuerto
con góndolas de mercaderías, donde los Italianos,
no dejan de admirar nuestra hermosa carne y los guardias
de seguridad de la reina de Inglaterra me persiguen, para
evitar que tome el vuelo.
A la vez, entre las góndolas de mercaderías, me espera
un equipaje de herramientas que no se por que tengo que
llevarlas hacia donde vaya, y una persona que me dice
"Donde te metiste ahora??", apurate que tenemos que
comprar el resto de las cosas para que las lleves en tu viaje".

Y así, en momentos de este viaje sin sentido, me encontré
con otra persona, que significaba lo mismo en mi vida,
pero en otro viaje mas viejo.
Lloraba con esa persona por no haber pasado el tiempo
necesario con mi creador.
Pero me daba ese abrazo que nunca me daría y me hacia
sentir bien aunque físicamente no fuera quien debía ser.

El perdón no solo es algo que pasa internamente en un
individuo, esa cualidad debe de ser dicha cara a cara.

Y vuelvo otra vez al aeropuerto donde los italianos
contentos de nuestra carne, me apresuraban con sus
clásicos gritos de cultura Italiana.

Y otra vez, en la cápsula liquida, paso de un tiempo a otro
y me encuentro en un lugar que se parece a muchos
pero a la vez es distinto, tiene una mezcla interesante de
cosas, la playa clásica de ese lugar, pero a la vez, tiene las
calles de Londres, y así también la arquitectura de la
imposible Atlantida.

Comienzo a caminar en este momento,las calles de un San Telmo Parisino
buscando con mi olfato de percepción, el que nunca falla, a esa persona
que es distinta a las otras dos de los otros dos viajes.
Estoy cerca, me doy cuenta por que la veo pasar como un espectro
con sus túnicas blancas, pero es mas rápida que yo.
Y así en ese París pequeño, encuentro a una persona mas a la cual le pregunto
"la galería del tiempo era acá no?", y me responde con tonadas argentinas
" Sí! es acá, Subí por esa escalerita y vas a llegar al primer piso, la sala del universo,
ahí vas a encontrar los caminos que se unen después de tanto caminar. Ahí esta lo que buscas"

Encuentro artistas varios, plásticos, graficos, filósofos, poetas, músicos, soy ellos en cierta forma.
Me miran con complicidad de saber que lo que busco esta entre esas cosas que recorrí y recorro.
Entre tanto movimiento, paso por una de las salas del universo, y observo a una pareja sin rostro
bebiendo su preciado café con leche, mientras me señalan por donde tengo que seguir y yo sin cortar
mi paso.
Y después de recorrer tanto, aparezco en el Valle de rocas de arena.
Una costa con pastos verdes crecidos en pocos sectores del mismo Valle.
Mas gente predicando por sus caminos, y la silueta cósmica de vestiduras blancas
esta detenida en la arena.
Al mismo tiempo, después de resbalar por las rocas de arena y casi caer en el abismo
sin la cápsula liquida, me detengo frente a un hippie de la antigua Grecia, un juglar que canta
los viajes del arte en la historia.
Éste, me mira sin dejar de recitar su sabiduría, se incorpora y se sube a su caballo blanco
gigante y galopa hacia la cima del laberinto estelar dentro de las calles Londinenses, en el San Telmo
Parisino, diciendome " Yo se que lo que buscas esta acá, pero no intentes tocarlo si quiera, solo te dolerá saber que no es real"

Y así se retira en su caballo blanco gigante.
Así miro las fotos con mi perro y las destruyo mientras me digo "yo nunca tuve perros!"

Y salgo de la cápsula liquida en otra parte, algún lugar mas conocido hoy.
Y escribo mi viaje.

CMC

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