En las noches otoñales de lluvia, al caminar por estas calles,
o transitarlas en auto, reconozco familiar Buenos Aires, como la mismisima
Paris....
Tantas sensaciones y recuerdos vienieron a mi mente, alma y cuerpo,
en ese preciso instante, que no detenerme a viajar, fue imposible.
Frené mis pasos, y respire profundamente...exhalé, y suspiré.
Paris no tendria los mismos Buenos Aires.
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